Usar estos combustibles en vez de los convencionales (de fuentes fósiles y finitas) podría reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) hasta en un 90%. Además, el uso de combustibles sintéticos de fuentes renovables permite seguir utilizando las flotas de vehículos existentes con motores de combustión, la infraestructura de repostaje, y buena parte de todo lo que ya existe en torno al automóvil con motor de combustión.
El equipo de Olaf Toedter, del Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT) en Alemania, ha llevado a cabo extensas pruebas con diversos vehículos en un proyecto a gran escala con socios de la industria y ha demostrado que los combustibles sintéticos de fuentes renovables podrán utilizarse en todos los vehículos y elaborarse en cantidades lo bastante grandes como para cubrir toda la demanda.
Toedter y sus colegas han producido toneladas de combustibles sintéticos de fuentes renovables y han comprobado que tales combustibles, en comparación con los convencionales, no causan ningún deterioro o desgaste extra del coche cuando se utilizan profusamente. Las pruebas se han realizado en muchos modelos de motores, tanto del tipo basado en gasolina como del diésel. Dependiendo de la proporción de mezcla de los combustibles sintéticos y fósiles, de los materiales iniciales utilizados y de las energías manejadas, se han alcanzado reducciones de las emisiones de CO2 de entre un 22 y un 90 por ciento.
Al contrario de lo que ocurre con los combustibles fósiles, los combustibles de fuentes renovables tienen el potencial de resultar neutros en carbono. Se llama “neutro en carbono” al combustible que cuando es utilizado libera la misma cantidad de carbono que fue absorbida en el proceso de elaboración. Por ejemplo, si como materia prima se emplean vegetales, estos absorben del aire durante su crecimiento la misma cantidad de carbono que se liberará al aire cuando el combustible elaborado con ellos se queme en un motor.
Los combustibles sintéticos elaborados a partir de fuentes de materia prima renovables pueden ser usados en casi todos los vehículos. El nuevo estudio también corrobora que tales combustibles podrán ser producidos en cantidades lo bastante grandes como para cubrir la demanda. (Foto: Markus Breig / Amadeus Bramsiepe / KIT)
Uno de los próximos pasos en esta línea de investigación y desarrollo es que los socios industriales del proyecto se ocupen de construir una fábrica en la que se elaboren combustibles sintéticos de fuentes renovables.
La idea es que, a largo plazo, se pueda reemplazar las fuentes de combustibles fósiles por las fuentes de los renovables. En cualquier caso, las fuentes de combustibles fósiles, por su naturaleza, no durarán siempre. De hecho, según algunas estimaciones, ya han entrado en el inicio de su ocaso. (Fuente: NCYT de Amazings)