El Proceso de Responsible Care® (RC), requiere un sistema de comunicación ágil que vincule a las partes interesados y que sirva para el apoyo y la uniformidad de la implementación del proceso. El Proceso RC requiere que la empresa socia designe a un coordinador RC.
Cada empresa debe designar a uno de sus colaboradores como Coordinador RC, o varios en el caso que se disponga de más de un centro de trabajo.
De preferencia el Coordinador debe tener un perfil que le permita ejercer sus funciones eficientemente. Debe tener un contacto fluido y frecuente con los niveles de decisión de la empresa que representa, caso contrario se produciría una interrupción en la transmisión de información y en el cumplimiento de las medidas a tomar para la mejora continua del Proceso RC.
En el caso que el Coordinador no sea responsable de los programas de seguridad, salud y ambiente, deberá establecer una coordinación permanente con las personas que lideren estos programas en su empresa, para evitar desfases o superposiciones de tareas y conceptos.
Los empleados son, a la postre, los verdaderos agentes y promotores del Proceso de Responsible Care. El reconocimiento de esta situación se hace de forma expresa en el documento de principios directivos que la empresa suscribe.
No se trata de un simple enunciado, en él se encuentra recogido el convencimiento de que los empleados son fundamentales en el desarrollo de la nueva cultura que el Proceso RC pretende.
Uno de los principios que recoge el Proceso de Responsible Care, tiene como objetivo lograr su extensión al mayor número posible de empresas en la cadena de valor.
Una forma de lograrlo es la llamada “Presión de los Pares”, es decir, la presión de los máximos ejecutivos sobre sus iguales de otras empresas, otra vía de extensión es la actuación misma de los coordinadores y, por último, la influencia de los empleados sobre los de las empresas vecinas.
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